Es curioso cómo se conoce la gente pero
siempre hay un suceso gracioso o una anécdota que contar pero siempre hay algo
que decir. Sole y yo somos amigos desde que tengo memoria o tal vez desde
siempre. La primera vez que la vi fue porque su madre es amiga de la mía desde
el colegio. Y es así como la conocí, Sole vivía a pocas casas de la mía así que
casi siempre iba a mi casa o me obligaban ir a la suya. Aunque suene paradójico
yo la aborrecía hasta el punto de decir basta.
Estudiamos juntos los primeros años de primaria hasta que su padre consiguió un
mejor trabajo y no sólo se mudó de mi
barrio allá por San Camilo, sino que también de colegio al otro lado de la
ciudad así que perdí todo contacto con ella por muchos años.
Por esas casualidades de la vida nos volvimos a encontrar en secundaria. Qué
distintos éramos de aquellos niños que se hacían la vida a cuadritos pero que
se la pasaban muy bien. Al reconocernos después de años en el salón hicimos lo
que hace cualquier adolescente a esa edad: nos ignoramos. Al ir creciendo,
tuvimos fines distintos como los juegos, la música, hobbies y amigos, aunque
uno que otro teníamos en común.
Fue en Tercer Año, si lo recuerdo bien, que Eva (la chica de la cual estaba
enamorado) me hizo la vida a cuadritos sin razón alguna (con ayuda de Sole).
Poniendo goma en mi asiento, manchándome la camisa de liquid paper y ese tipo
de cosas que no me acordaba hasta que empecé a escribir este post. Más de una
vez casi pierdo el control pero nunca lo hice porque eran mujeres pero ganas no
me faltaban, Sole pasó a ser una mala imitación de Eva, una especie de copia
barata y lo peor es que estaba enamorado de Eva desde los pies hasta los
rulos de mi cabeza.
A pesar de que Eva buscaba siempre herirme con alguna broma pesada lo hacía
tal vez porque sabía lo que sentía por ella. Yo le dejaba poemas, cartas,
dibujos, chocolates, etc. Es más, creo que empecé a escribir por ella. El
tiempo siguió pasando hasta que el grupete de Eva le hizo una broma pesada a
Sole, aunque nunca me contó supongo que debe de haber sido grave porque a raíz
de eso se distanciaron bastante. Con la hormonas en explosión y efervescencia
adolescente le dije a Eva todo lo que sentía por ella y me respondió con un
rotundo ¡no! y no sé cómo todos mis compañeros terminaron viendo mi papelón
triste y con la cabeza gacha me sentí el hazme reír del salón y porque no del
colegio.
Por irónica que es la vida el profe de Mate tenía la estúpida costumbre de
sortear los asientos y a mí me toco con Sole. Los primeros días fueron
incómodos pero fueron las historias graciosas que siempre tenía que me hicieron
olvidar y sanar las cosas que me hizo alguna vez.
Fue el último verano antes de acabar el colegio que me llamaba a mi casa y
planeaba salidas en grupo con chicos del cole o solos a los juegos mecanicos, pelas
en su casa, tomar helados, ir a fiestas y sin darnos cuenta nos hicimos mejores
amigos. Justo tres semanas antes de comenzar el primer día de clases la noté
cambiada, estaba espectacular. Ya no era la niña insoportable, ni la sombra de
Eva, ni la chica fea ni linda, era Sole en todo su esplendor adolescente.
Pero el amor nos distanció de nuevo cuando se volvió enamorado del chico más
popular de la escuela y yo que estaba de novio con “X”.
Ya no habían llamadas telefónicas, ni salidas de grupo ¿Ya no éramos amigos? Se
lo pregunté una vez y me pidió que la entendiera ¿Pero me entendía a mí? O es
que acaso necesitaba de ella, nunca lo sabré pero la extrañaba y eso era
suficiente.
Al terminar el colegio, el idiota con el que estaba la dejó sin terminar con
ella, sin avisarle, yo ya dentro de la universidad, habia ingresado a Derecho, ella empezo a trabajar ya que poseia un gran talento como estilista, luego de su ruptura con el idiota, yo estuve ahi cada vez que me necesitó. Volvieron las llamadas, las salidas (las entradas) y de más mientras yo
trataba de equilibrar mi tiempo entre “X” y Sole. Hasta que después de cuatro
meses dos fines de semana “X” me dio el adiós: estaba enamorada de otro chico y
yo tenía que dejarla ir. Así que con Sole pasamos más tiempo que antes, siempre
intentábamos hacer cosas nuevas como la vez que entramos al circo sin pagar
(¿te acuerdas?). Pero como siempre lo hecho todo a perder pensé, ingenuamente,
que si éramos tan buenos amigos podríamos ser novios. Nunca me respondió
simplemente me dejo de hablar por tres largos meses (verano) hasta que volvimos
a encontrarnos en una fiesta de un amigo en común conversamos y le prometí nunca
más decirle lo que siento por ella (hasta el día que regrese, eso quedo en mis
pensamientos) y poco a poco todo volvió a la normalidad. Nos volvimos como pan
y mantequilla, Batman y Robín, inseparables, como un niño con su pelota, pero
como todo en mi vida no puede tener un final feliz cierta tarde de las que
duran poco y duelen mucho me conto que se iba a Lima que le había salido un
trabajo muy bueno allá y que se iba en un par de semanas y sin más ni más se
fue… y salió una vez más de mi vida. Han pasado dos años que no la veo y sólo
hablamos por Messenger.